miércoles, 6 de febrero de 2013

Un nuevo mundo

Son incontables los que han estado esperando por siglos, el día en que un nuevo orden en el mundo traiga paz y bienaventuranza; que un orden divino nazca. El mundo habitualmente es feo, cada día crece más en el dolor y el sufrimiento, es como una pesadilla, y la única manera de soportarlo es esperar que algún día ya no será así; que desaparezca el mundo despiadado y un mundo nuevo de belleza, verdad y bondad aparezca.
Pero esto no pasa de ser un truco de la mente, te da esperanzas y esperanzas y esperanzas, y la esperanza es la bebida más embriagante. Si tienes esperanza, esperanza de que nuestro mundo cambiará sin que tú hayas cambiado, permanecerás ebrio por siempre y siempre.
Todos pensamos, este mundo no es el definitivo, esta fealdad no es la definitiva, esta vida no es vida real: la vida real va a venir. Vivimos esperando el mesías, y el Mesías está dentro de cada uno de nosotros. Sólo a través de esta aceptación nace un hombre nuevo, y sólo entonces será posible un mundo nuevo.
Si sólo esperas que algún día vaya a cambiar este mundo, nunca cambiará - siempre ha estado así - desde que Adán y Eva dejaron el jardín del Edén ha permanecido así.
Muchos místicos, poetas y pensadores nos han dicho lo que hay que hacer, pero nos hemos mantenido sordos a sus palabras. Asumamos como un credo las sabias palabras de Gabriela Mistral: " Toda la naturaleza es un anhelo de servir. Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco; donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú; sé el que apartó la piedra del camino, el odio de los corazones y las dificultades del problema (...). Aquel es el que critica, éste es el que destruye; sé tú el que sirve ".
Entonces eres tú y soy yo, son ellos y somos nosotros los que tenemos que cambiar. Cuando tú renaces todo renace contigo. Tú eres el centro del mundo, y cuando el centro cambia, la periferia tiene que seguirlo; porque el mundo es tan sólo una sombra a tu alrededor. Si tu cambias la sombra cambia.
Cuando cada uno se cambie llegará el día en que el mundo renacerá y los muertos resucitarán ( muertos son los que están llenos de odio, ambición, lujuria y resentimiento ), entonces habrá paz, paz eterna y vida.
Los que piensan que Cristo vendrá es que no han entendido que no se ha ido, necesario es abrirle las puertas del corazón y éstas sólo pueden abrirse desde el interior. SOMOS AQUELLO QUE PENSAMOS Y CREEMOS.


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