jueves, 30 de mayo de 2013

Todo es perfecto como es

Tanto se nos ha insistido en la idea de la perfección, que cada día tratamos de ser más "perfectos" y ser cada vez "mejores".
No tenemos ni idea en que consistirá ni cual será la referencia para alcanzar la perfección, así que se nos convence de ser una estrella o un personaje emblemático en deporte, arte, ciencia, finanzas o política.
Los que han llegado hasta la iluminación como Buda, han confesado que no hay nada que alcanzar. Logicamente nos estamos refiriendo en cuanto a crecimiento espiritual.
Nacemos con una naturaleza divina, y Dios nuestro creador no crea nada imperfecto. Se trata de que somos víctimas de una mente ambiciosa que nos inhabilita para darnos cuenta que ella es la única imperfecta.
Se cuenta que el maestro Zen, Bokuju, les decía a sus discípulos que todo es perfecto. Un hombre le increpó - un jorobado muy viejo - Qué pasa conmigo ? Soy un jorobado. Qué es de mi ?. Bokujo le respondió : Nunca he visto un jorobado más perfecto en toda mi vida.
El jorobado, como cualquiera de nosotros, que no se acepta como es, que no tenga conciencia de su unicidad, y que se autoevalúe por comparación a los demás, nunca podrá sentirse perfecto. Siempre habrá algo que le faltará o le sobrará.
La mente no puede funcionar si no es por comparación; pero recuerda, no eres la mente.