domingo, 10 de febrero de 2013

Llego la hora

Si lo entendemos como una relación de causa-efecto no eres el responsable de lo que eres, habria fuerzas más allá de las tuyas, y decisiones que no fueron tomadas por ti para que llegaras a ser lo que eres. Sin embargo, debemos tener presente siempre aquella advertencia que nos dice: " No importa lo que ocurra en la vida porque tienes la capacidad de elegir tu reacción ".
Al reflexionar sobre la situación del ser humano en la sociedad Meher Baba dijo: " No es culpa del hombre si cree que la solución a esta profunda insatisfacción está en la vida sensual, en el éxito comercial y social, o en una vida llena de experiencias exitantes. Tampoco es culpa suya si la vida no es suficientemente larga como para llegar a saber que incluso su decepción sería total, si estas metas se cumplieran hasta el final ".
No podemos ni debemos esperar que vengan de afuera las respuestas a nuestras grandes interrogantes. La gran equivocación de la civilización occidental ha sido extraer sus modelos de referencia de la física, y habernos cosificado como máquinas que respondían obedientemente a leyes que nos cosificaban.
El Oriente ve en cambio al universo como un organismo viviente, multidimensional, consciente de si mismo, sagrado y respetado, y el hombre como la parte fundamental de esa urdimbre.
No es siendo fieles a un intelecto mecanicista como podemos encontrar nuestro bienestar; tenemos que aceptar como nuestra verdad incontrovertible que el crecimiento espiritual es lo único natural, lo único verdaderamente humano, y que se expresa a través de la evolución de la consciencia.
Pero el proceso de la transformación que nos conduce a la plenitud de la vida, tiene que ser responsabilidad de cada uno, y renunciar a la tendencia que se nos ha inculcado desde siempre de que nuestra suerte está en manos de un Mesías que habrá de redimirnos.
Llegó la hora de cumplir con la cita que tenemos con nosotros mismos. Los Evangelios Gnósticos nos dicen: " Abandona la búsqueda de Dios, de la creación y de otros temas similares. Búscale tomándote a ti mismo como punto de partida. Aprende de quién mora dentro de ti... Conocerte a ti mismo es conocer a Dios ".


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