Sanacion

Sanar las heridas del alma es una condicion basica para recobrar nuestra espiritualidad. La sanacion implica un reaprendizaje de como vivir, y dejar atras la forma equivocada como lo veniamos haciendo. Es cierto que la vida se hace viviendola, que cada persona es unica y las experiencias de vida son intransferibles, pero siempre son referencias utiles.
Decimos que la sanacion o curacion para ser consideradas tales pasan por un proceso de transformacion. Semejante a aquella cita en que la Biblia dice: " He aqui que todas las cosas viejas pasaron y he aqui que son hechas nuevas ". La sanacion implica dos acontecimientos espirituales que estan relacionados y que son de la mayor trascendencia: arrepentirse y perdonar.
Arrepentirse es tomar conciencia plena de como se esta viviendo y como se ha vivido. Es un reclamo del corazon que se ha sentido olvidado y maltratado; un despertar de la conciencia que nos empuja a un proceso de transformacion, donde recobramos el verdadero sentido de la vida.
El perdon es la condicion que nos hace desprendernos del veneno emocional que nos hace sufrir. La dificultad para perdonarnos se debe a que hemos dejado de amarnos, ya que el perdon no es mas que un acto de amor hacia uno mismo. Dios es amor por lo tanto ya te ha perdonado solo hace falta que tu mismo te perdones.
Sanar es alcanzar la plenitud. Es recobrar nuestra verdadera identidad y desprenderse de toda mentira y apariencia. Es escoger la sabiduria en vez de la ignorancia. Es avanzar y crecer. Es alejarse del vicio y acercarse a la virtud.
Puede ser de gran utilidad para facilitar la sanacion y recobrar en mucho la esperanza perdida, para recobrar el significado de la espiritualidad quebrantada, repetirse a solas: ESTOY AQUI UNICAMENTE PARA SER UTIL. Cuando vivimos para ser utiles le damos un sentido misionario a la vida; entonces sentimos que vale la pena ser vivida. De esta manera reconocemos que el hecho de ser humano es la aceptacion de un privilegio y un compromiso con el creador.
Uno de los errores mas costosos para el hombre ha sido buscar la tranquilidad, la paz, la felicidad fuera de si mismo, de alli que un sabio dijera : " No hay desgracia humana en que el hombre consciente o inconscientemente no haya colaborado ".