miércoles, 23 de enero de 2013

Cuando falta el amor

Cuando vemos las cosas con los menguados ojos del intelecto, sin que intervenga para nada la vision comprensiva fruto del amor, nos convertimos irreflexivamente en criticos despiadados. El sentido y la direccion de la conducta humana esta ciento por ciento determinada por el cuantum de amor que hemos recibido.
Realmente no enfermamos por la falta de amor y por falta de amor muchas veces inconscientemente buscamos la muerte.
Quien no ha sentido la fragancia del amor, quien no lo ha conocido, le es lo mismo pernoctar en una lobrega carcel, producto de la aberracion a que lo ha conducido su orfandad afectiva.
La maldad o la crueldad que reluce en los rostros de quienes estan enfermos de odio, no es mas que la consecuencia de la falta de amor. La compasion que despiertan los solitarios y los que van por la vida rumiando su desesperanza, no son mas que el testimonio de los que por mucho tiempo han sido mendigos de amor.
Es cierto que amar solo se aprende, amando. Es cierto que si no lo hemos recibido tampoco podremos darlo. Es cierto que un mundo diseñado por un egoismo enfermizo nos incapacita para amar. Es cierto que como dice Aurobindo: " lo unico que nos falta por realizar es el amor, porque hasta ahora solo hemos utilizado el odio y nuestra propia satisfaccion ".
Es cierto que el amor no puede decretarse, no puede legislarse ni imponerse; ni siquiera podemos fingirlo porque sera una sombra sin poder constructivo.
Del Evangelio de los Esenios transcribo :" Aunque yo hable la lengua de los hombres y de los angeles, si no tengo amor mis palabras son como el sonido del laton o como el tintineo de un platillo. Aunque diga lo que ha de venir y conozca todos los secretos y la sabiduria; y aunque tenga una fe tan fuerte como la tormenta que mueve las montañas de su sitio, si no tengo amor no soy nada ".


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