viernes, 25 de enero de 2013

El tren equivocado

Sucedio en un tren. Un pasajero hundido en un asiento se quejaba: " ay, ay, ay ". El compañero de viaje lo escuchaba sin inmiscuirse. El segundo y el tercer dia oyo al hombre volver a gritar:  " ay, ay, ay ". Fue entonces cuando se inclino y le pregunto, le sucede algo grave ?. Ay si !- dijo el plañidero. Hace tres dias que estoy en el tren equivocado !.
Esta puede ser la situacion de cualquiera de nosotros; a lo mejor vamos por la vida en un tren que nos lleva hacia la direccion equivocada. En realidad si la meta no es cada paso que vamos dando, siempre iremos en pos de la meta equivocada, porque la meta de la vida es vivir, no como habitualmente pensamos y actuamos, una simple oportunidad para hacer cosas.
Cuando vivimos en funcion de la meta, vivimos en funcion del futuro, y el futuro es una simple proyeccion del pasado; de cualquier manera algo inexistente. Si solo vivimos para realizar algo que visualizamos mañana, en realidad estaremos viviendo sumidos en planes y proyectos, vivimos fuera del presente y el presente es lo unico real.
Lo mas probable es que nos hagamos desdichados, ya que la desdicha es estar donde no se debe estar, moviendose en direccion a un destino ajeno. Nuestros padres y mayores, entiendase maestros, profesores, sacerdotes etc, suelen mostrarnos un camino que pudiera ser racionalmente adecuado pero no es el que responde a nuestras mas intimas convicciones y motivaciones, por lo tanto, desde nuestro ser esencial lo sentimos como un camino equivocado.
Cada individuo es un acontecimiento unico, y su razon de ser necesariamente tiene que ser expresion de esa unicidad. En nombre de ninguna moralidad, etica, religion, sentido del deber o responsabilidad estamos autorizados para interferir en el bien mas sagrado  que Dios nos ha dado, la vida. A veces, con la mejor de las intenciones, y en aras de inculcar en quienes queremos los mas nobles y altos ideales, solo conseguimos hacerlos inmensamente desdichados.


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