lunes, 11 de noviembre de 2013

Se extingue el extasis

Para ser felíz es necesario una gran inteligencia orientada por una gran conciencia, lo cual acerca a la sabiduría. Ser desdichado no cuesta ni necesita nada, por el contrario, la necesidad es despojarse del poco sentido común que se pudiera tener y actuar en consecuencia.

El éxtasis es una emoción que amenaza desaparecer de la faz de la tierra, exige felicidad, desinterés, entrega, admiración, todas condiciones que son cada vez más escasas. La sociedad se ha hecho más importante que el humano, y hemos tenido que renunciar a lo sublime y desinteresado, en aras de procurarnos la subsistencia.

La felicidad es una vivencia que ha perdido vigencia. La civilización movida por el interés nos ha obligado a despojarlo todo de aquello que no representa una ganancia pecuniaria. El mundo se ha convertido en un mercado gigantezco, donde todo se compra y se vende condicionado por el precio.

La sociedad, la civilización y la religión se han hecho más importantes que la propia humanidad; es el trípode sobre el cual se ha construído la forma de vida del especimen humano. La sociedad ha tenido la virtud de agruparlos, la civilización ha diseñado las formas de comportarse, y la religión le ha hecho creer que después de esta vida hay una nueva vida, lo cual intenta negar el que la muerte existe.




















No hay comentarios:

Publicar un comentario