lunes, 11 de noviembre de 2013

El hombre es arquitecto de su propia vida

En la naturaleza todo es hermoso y bello porque está diseñado por la inspiración de una armonía divina. Lo feo en el mundo aparece cuando el hombre intenta corregir la obra del creador. El hombre siempre insatisfecho ha dejado en el mundo la huella de su insatisfacción.

La desdicha es el producto de una mente insatisfecha que no contenta de si misma le atribuye al mundo su insatisfacción. El universo que es la obra perfecta de Dios está provisto de todo para satisfacer las necesidades y hasta los caprichos del hombre.

Una de las tareas fundamentales del adulto es liberarse de ideales y prejuicios con que los mayores educan a los niños. Padres ansiosos crearán hijos tímidos porque desde pequeños le trasmiten la idea de que el mundo es peligroso, lleno de mentiras y falsedades.

Cuando aceptamos las cosas como van viniendo, podemos terminar haciendo de la vida una bendición, y los imprevistos que van llegando un estímulo para seguir creciendo. El hombre es arquitecto de su propia vida.




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