miércoles, 13 de noviembre de 2013

Reflexiones IX

La violencia es tan ajena a la naturaleza que cuando algún fenómeno se expresa de esa manera, lo interpretamos como un castigo o una reprensión divina. Violencia es destrucción y la más grande virtud del ser humano es el amor que es una fuerza creativa.

La soledad es una mezcla de tristeza y pesar que se hace presente en una atmósfera de silencio. No tiene esperanza de futuro y parece una forma de presentación de la nada; cuando se alarga en el tiempo parece estar anunciando la proximidad de la muerte.

El desengaño pudiera hacernos sufrir pero pero con toda seguridad nos hará crecer y madurar. Cuando niños nos dejamos llevar por el principio del placer; ser adulto es actuar siempre en la vida en consonancia con el principio de realidad.

Hay personas que han tomado la decisión heroica de renunciar a su sensibilidad, de esa manera piensan protegerse de los imprevistos y desengaños que pudieran aquejarlos. Ciertamente pudieran sufrir menos pero terminarían por no ser lo que realmente son.



 

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